martes, 13 de septiembre de 2011

ELIJO SER YO

Elijo Ser YO

Antes que todo, quiero agradecer a usted querido lector por tomarse el tiempo para dedicar su atención a este escrito que realizo desde lo más profundo de mi corazón. También quiero agradecerle por seguir en el camino, en este fabuloso camino junto a mí desde este medio por el cual usted y yo tenemos oportunidad de conocernos.

Durante algunas semanas he andado por ahí deambulando como un muerto viviente. ¡Imagínelo! Literalmente deambulando por las calles, por mi trabajo, por mi casa, por los comedores y demás lugares que suelo frecuentar. El motivo: Pensamientos, palabras y acciones contradictorias…
¡A caray! ¿Qué es eso de pensamientos, palabras y acciones contradictorias?

Alguna vez ha escuchado esa maravillosa frase de Gandhi que dice La felicidad es cuando lo que piensas, lo que dices, y lo que haces está en armonía. Pues a eso mismo me refiero… Me explicare un poco más a detalle.

Desde hace unos cuantos meses atrás he venido arrastrando cosas dentro de mí que me reusaba a primero a aceptar, después afrontar y por último a dejar ir. Pero todo tiene su límite y todo tiene su porque. Ese descontrol mental que traía entre manos lo único que provoco en mí fue una serie de emociones que evidentemente no supe cómo manejar. Situaciones diversas y tan diferentes una de otra y la interpretación que yo tenía acerca de dichas situaciones simplemente terminaron por crear una realidad de mí mismo que no concordaba con lo que yo concebía o pensaba que era YO. Lo primero que pasó fue que dude. Dudaba si era capaz de ser o hacer lo que siempre he soñado y lo que siempre había anhelado. Comencé a dudar que fuera capaz de hacer las cosas que quiero hacer. ¡He incluso a dudar de si era capaz de seguir realizando las cosas que ya hacia! ¡Qué locura! Después comencé a compararme con quienes si han logrado grandes cosas dentro de sus diferentes ámbitos. Me sentía pequeño, insignificante. Sentía que todo lo que había hecho hasta ese momento no era nada comparado con lo que han logrado los demás. Y después vino lo que considero lo más difícil… Algunas personas en las que confiaba comenzaron a etiquetarme de diferentes formas que evidentemente en mi percepción de las cosas, tomé como verdaderas. Amigos, compañeros, alguien especial para mí. Y comencé a crear una imagen débil, distorsionada, negativa y lamentable de mí mismo. Me deprimí. Me contaba constantes historias de porque no he hecho lo que quiero. Me explicaba porque sigo inmerso en la misma situación, y a veces más fuerte y dolorosa. Y me creí incluso indigno de todas las cosas que deseaba para mí. Literalmente, me robaron mi identidad. Querido lector, fueron semanas de crear literalmente un infierno para mí. Literalmente cruce un desierto.

Un queridísimo amigo mío, que además de todo tengo la fortuna de que sea mi mentor y socio me ínsito a tomar una decisión que radicalmente cambiaria mi situación. Enfréntate a todo eso que te está causando dolor, fueron sus exactas palabras. Y lo hice. Y fue la experiencia más intensa que he vivido jamás. Literalmente, estuve al borde de la locura… Pero también la más estimulante y enriquecedora que jamás he experimentado. Aprendí tantas cosas de mi mismo. Pude ver las situaciones desde otro punto de vista. Y entendí la gran responsabilidad que tenía por haber en primer lugar creado las situaciones que viví y en segundo lugar haberlas interpretado de esa manera. Pensar, hablar y obrar. Pensaba cosas totalmente diferentes a las que decía y evidentemente actuaba de manera totalmente opuesta. Y mi vida tomo ese rumbo caótico. Estos últimos días tome la decisión de aceptarME, afrontarME, y librearME. Y aunque aún sigo en el proceso, el cambio de actitud, de pensamiento y de acción ha sido maravilloso. Y el milagro ocurrió ¡y sigue ocurriendo! Aún siento algo, es verdad. Aún tengo una sensación de nostalgia en mí. Pero ya no lo sufro. Ya no me duele. Y simplemente elegí…

Elegí ser esa persona amable y amorosa que soy… Elegí ser esa persona responsable de sus acciones y de sus palabras… Elegí continuar mi camino de crecimiento, aprendizaje y creación… Elegí ser esa persona que se equivoca y que sabe pedir perdón a la vez que sabe decir gracias… Elegí mi sueño… Elegí vivir mi dolor y disfrutarlo porque es mío y es parte de mí… Elegí ser cada día un poco más esa persona que quiero llegar a ser… Elegí dejar de ser aquello que me dijeron que era… Elegí dejar de ser lo que no soy… Simplemente elegí ser YO. Y si usted querido lector está pasando por una situación dolorosa y de incertidumbre en la cual ya no sabe qué hacer, mi mejor consejo es: acéptelo, disfrútelo, vívalo, y déjelo ir. Haga lo que este en sus manos, y lo demás… pues, simplemente confíe en que las cosas van a estar mejor ¡y siempre sonría!
Y por supuesto, no lo olvide: ¡Jamás se venza, jamás se rinda!

PD: Gracias desde lo más profundo de mi corazón

Atte. Al-x LionHeart



Escalera cielo

Escalera cielo
Jamás se venzan, jamás se rindan